Nuestra tienda está justo en una de las antiguas puertas de entrada a la ciudad (el "Portal del Coixo"), al lado de la muralla, en pleno barrio de Velluters.
El barrio empezó siendo una simple agrupación de casas rurales dentro de la muralla cristiana, pero a finales del sigo XIV y principios del siglo XV tuvo un desarrollo extraordinario porque fue aquí donde se instaló toda la fabulosa industria de la seda de la ciudad y los gremios relacionados. Eran siempre "casas taller" donde vivían las familias y además estaban los telares de la seda en los que todos los miembros de la familia tenían algún cometido. Se calcula que habían unos 5.000 telares en el barrio a pleno rendimiento.
Nuestra tienda está aproximadamente al lado del número 48 que aparece junto a la Puerta del Cojo que estaba donde ahora vemos la parada del autobús 5 INTERIOR. Abajo a la derecha las Torres de Quart.Cuando la industria de la seda se desplomó, definitivamente a mediados del siglo XIX, las casas-taller se derribaron y dieron paso a nuevas construcciones, que son las que vemos en la actualidad, la mayoría levantadas entre 1850 y 1900 como mucho. Es cierto, por fortuna, que todavía quedan algunos edificios notables como el Colegio del Arte Mayor de la Seda, el Antiguo Hospital, el Palacio de Tamarit, el Real Colegio de las Escuelas Pías, los Jardines de Parcent, la Iglesia del Pilar, la Casa de los Marqueses de LLanera, el Gremio de Fusters (a 25 metros de nuestra tienda) o el Convento de la Encarnación (justo en la puerta de nuestra tienda). En un extremo están las Torres de Quart,uno de los símbolos del barrio y de Valencia.
En la Calle Camarón, casi en Guillem de Castro, aún quedan algunas casas de la época de máximo esplendor de la seda, aunque no están en el mejor estado de conservación.
Para paliar la hambruna que provocó el desplome de la industria sedera se decidió en 1865 derribar la Muralla de Valencia y así dar trabajo a muchos de los parados. Ello provocó la desaparición de la barrera física entre el barrio de Velluters y lo que era extramuros que se desarrolló de modo extraordinario a la vez que las nuevas construcciones de Velluters, de modo que casi forman una unidad, al menos en lo arquitectónico.
Uno de los centros del barrio es el MERCADO DE ROJAS CLEMENTE, un coqueto mercado de barrio con puestos de gran solera y calidad. Nos gustan mucho las verduras y frutas de JUANJO, la comida griega de Manuela en su puesto SABORES GRIEGOS, las fabulosas anchoas, bacalao y verduras asadas de JOSE Y MANOLI o la nueva bodega de vinos ULTRAVINS donde puedes degustar algunos vinos de la tierra. El BAR ROJAS CLEMENTE del exterior es, por si mismo, un motivo de visita para almorzar o comer.
A pocos metros del mercado está el restaurante ESPINOSA, donde puedes almorzar, comer o cenar.
Si quieres tomar un aperitivo o picotear puedes ir a SORBITO DIVINO con su bodega bajo los cristales, a LA CAVA DE MARTE justo frente a las Torres de Quart, a ANITA GIRO o a la HUERTA DE RAMONET con su terracita enfrente de nuestra tienda.
Si te apetece comer tienes muchas opciones como LIGAZON y su magnífica terraza, CANELA junto a las Torres de Quart. la misma HUERTA DE RAMONET o EL SALATEN. Para cocinas creativas puedes ir al RESTAURANTE 64 o al PELEGRÍ.
Si prefieres disfrutar de cocinas de otros lugares puedes probar NIKKEI de fusión japonesa-peruana o LA FORCOLA, el restaurante italiano donde comen los italianos.
Hay café fantástico en el MAYAN COFFEE o en el BEAT BREW BAR. Y una zona muy agradable es la plaza Viriato lleno de estudiantes de diseño o música, con los cafés VIRIATO o MARIA MANDILES.
La noche toma otro color en el barrio y puedes acudir a RADIOCITY y sus múltiples ambientes o, cruzando la Gran Vía, a LOCO CLUB, con actuaciones en directo con mucha fracuencia.
Nuestro barrio está lleno de artistas. Por un lado la Escuela de Diseño EASD, el Conservatorio de Música y Baile, por otro los varios artistas del street art como el colectivo XLF que han poblado Valencia de obras fotografiadas por miles y miles de viajeros. Incluso es un barrio cuajado de talleres de tatuaje, para algunos incluso un centro de peregrinación.